La palabra “Lifting” en ingles significa “levantar”, pero la técnica quirúrgica no consiste en “estirar” la piel, sino en reposicionar adecuadamente las estructuras faciales que se han descolgado con el paso del tiempo.
El tratamiento tensor facial se basa en un gel inyectable compuesto por ácido hialurónico y partículas de fosfato tricálcico, está indicado para personas que presentan flacidez de leve a moderada en el tercio medio e inferior del rostro, arrugas en las mejillas o desean redefinir el contorno del óvalo facial, todo sin añadir volumen.
En el caso de los rellenos faciales con sólo unos pinchacitos podemos conseguir unos resultados sorprendentes, aumentar el volumen de nuestro rostro, más pómulos, unos labios más carnosos e incluso alisar la piel.
Rellenos Faciales: La infiltración de sustancia de relleno facial consiste en la realización de microinyecciones en los puntos de la piel en que existe una depresión o pliegue hasta lograr que recupere la tensión, vuelva al volumen original y la marca, que la depresión había causado en el tejido, desaparezca o se difumine.
Con esta técnica logramos:
- Eliminar o atenuar las arrugas, patas de gallo, ojeras, código de barras
- Disimular cicatrices.
- Redondear pómulos, mejillas o mentón.
- Aumento de volumen de los labios.
- Dar forma a la cavidad nasal
El tipo de relleno a emplear, permanente (no reabsorbible), no permanente (reabsorvible) o semipermanente, dependerá de los deseos del paciente.
La toxina botulínica, que es una sustancia que se inyecta en muy pequeñas cantidades para relajar los músculos del rostro y tratar aquellas líneas verticales que aparecen en esta etapa de la vida, sobre todo aquellas de la frente, al rededor de los ojos, y las famosas y conocidas patas de gallo. Con la misma se logra debilitar el músculo de expresión facial, aplanando y dejando la piel más lisa. Tiene un efecto de alrededor de 6 meses, y luego se debe volver a realizar el tratamiento.
Para estirar y tensar la piel está el tratamiento novedoso de hilos tensores, que son hilos de un material biocomplatible con nuestro organismo y que se introducen debajo de la piel, la técnica nos permite estirar diferentes partes del cuerpo, como la parte de las cejas, la frente, los surcos nasogenianos, y el cuello. Este es un procedimiento minimamente invasivo que se realiza con anestesia local y no requiere de cirugía.
La palabra “Lifting” en ingles significa “levantar”, pero la técnica quirúrgica no consiste en “estirar” la piel, sino en reposicionar adecuadamente las estructuras faciales que se han descolgado con el paso del tiempo.
En este tipo de cirugía, una de las novedades más importantes ha sido que gracias a los últimos avances en la Cirugía Estética que permiten actuar en amplias zonas mediante incisiones de longitud mínima, se limitan las cicatrices residuales, tanto en su extensión como en su localización, lo que permite que, en la mayoría de casos, resulten totalmente inaparentes.
Cada paciente necesita un tratamiento individualizado y el objetivo es obtener un resultado natural.
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Francisca Muñoz B
Cirugía Plástica y Estética
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